Media Mandarina

Cómo separar a Pili y Mili, al Norte y Sur, a Bergshamra de Stureby…

Dijimos nada de despedidas. Como si de una pareja de verdad se tratara. Es sábado y mañana me espera muchísimo trabajo. Acabo de ver una película ñoña ñoña de las que hacía años que no veía «Like Crazy». Ni se te ocurra verla. Son sólo comparaciones odiosas con ex, recuerdos que no merecen la pena traer a la cabeza ya. Esta conversación… con quién la voy a tener?

«Question mark». No hablemos de ello. Sabes que no soy así, que soy un poco cursi y sentimental a la par de asquerosita y seca. Es el fin de una era.

Ya quisieran muchísimas parejas aportar tantísima felicidad como la que tú me has dado a mí durante estos años en FUCKING SWEDEN.

He ido a sonarme los moquetes. Mañana modificaré esto (si tengo tiempo) y diré por dios parece que se ha muerto alguien.

Somos realistas, no vamos a hacer promesas inútiles, ni viajes anuales que no van a pasar. Estoy segura de que seguiremos juntándonos y será como si el tiempo no hubiera pasado y eso es lo que importa.

Me dijeron que tener una pareja era parte de madurar, y es cierto. Espero también que todos hayan tenido una relación de amistad tan especial como la nuestra. He visto muchas películas americanas como para saltarme la de la amiga rubia y la amiga morena que hacían todo juntas. Y he tenido muchas amigas como para poder diferenciar las verdaderas.

Y como el Diario de Noa me hizo mucho daño, quiero dejar por escrito todo aquello de lo que merece la pena acordarse, así que ahí voy:

Érase una vez un caluroso día de agosto en el que una Mandarina se sentó al lado de un Melón en un avión de lujo en dirección norte. Casi a punto de desgajarse la Mandarina de miedo, el Melón le dijo que no se preocupara, que no estaría sola.

Era toda una incógnita cómo lidiar las frutas del Mediterráneo con los frutos del Báltico. La respuesta era mucho más fácil de la que pensábamos, simplemente esa mezcla no funciona. Acabaron hartas de oír: «Uy, si yo estuviera soltera en este país…» o «Uy debéis parecerles súper exóticas allí». Yo sólo te digo que el último libro que me leí «Apelsinflicka» (chica de las mandarinas traducido literalmente al español) trata de cómo una niña se hace pasar por vendedora ambulante de magdalenas mientras que su verdadero trabajo es… sí eso! ¿¿Así es cómo asocian ellos los frutos de nuestro país??

Véase también la expresión sobre los suecos de «Es una raza superior», «otra liga»… Para qué negarlo, es cierto, aquí es dónde viene nuestro sentimiento de culpa e inferioridad. El prototipo medio de sueco:
a) sabe tocar un instrumento
b) pilota un avión como hobby
c) habla inglés perfecto y otro idioma más mínimo
d) puede tirar y levantar paredes, planificar y hacer su propia casa
e) tiene una casa en el campo donde recogen arándanos y se bañan en el lago en verano
g) posee un barquito en esa casa del lago

***

Nunca llegué a publicar este post. Me quedé a medias. Pero seguiré hoy el día de tu cumple diciéndote que no necesitamos más que a nosotras mismas y que te echo tanto de menos que me asusta. Nos vemos el 16 de marzo en Argentina? Todo es posible contigo. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. Gracias pequeña. No cambies nunca.

XOXO

Happy bday!

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