Ponis y Unicornios. La Toscana.
Para ganarlo tuve que poner un poco de mis habilidades… a las pruebas me remito:
Claro que si tengo en cuenta mi experiencia en abrir botellas de champán con un sable, apuntando a la vez con el corcho a una diana… pienso en lo que dicen de ¿Afortunada en el juego…? La letra pequeña es que a la primera ni siquiera magullé la botella.
Mareé a varias amigas para unirse al plan, visité oficinas de turismo, y tras muchos dolores de cabeza el itinerario cobró vida: Florencia, Siena, Viareggio y Cinque Terre. Me habría encantado descubrir Follonica, Isla d’Elba… pero me quedan muchos años de vida para descubrir Italia de punta a punta.
El vuelo debía tener como punto de partida Estocolmo. Así que antes de pisar Italia y porque nos gustan las emociones fuertes, volamos con Ryanair de Barcelona a Estocolmo y por si alguien piensa que recorrer 4 países en menos de 20 horas no es posible, aquí estamos nosotras para rebatirlo:
-> De Barcelona a Estocolmo a las 21h, con Ryanair (momentos de crisis, veo caer literalmente una gota de sudor a mi amiga por las capas de abrigos que nos traemos de España a Suecia en pleno agosto) ->Ya en Estocolmo se rehacen maletas, en cuestión de horas estamos en Arlanda Business Lounge
-> en Zurich con Swiss en business (día de contrastes, volar así es otra experiencia)
-> Y al fin a las 14h pisamos la bella Firenze.
Día 1 en Florencia. «Go with the flow!»
«Si nos echamos la siesta ya hemos perdido el día». Muertas pero «coherentes», con 2 horas de sueño la que más, y 30 minutos la que menos, nos vamos a patear la ciudad.
Paseo patrocinado por Red Bull y cafés de Florencia. |
Si comparamos la calidad y cantidad de los cafés en Suecia e Italia, lo normal es que tuviéramos sentimientos contradictorios, acostumbrada a los enormes Lattes de Suecia… ¿qué hago yo con un Macciato? 3 Macciato igualan en precio al latte y superan la calidad. Otro lema de las vacaciones era: «lo quiero lo compro en ese preciso instante»; he decidido escribir porque acabo de dar un sorbo a ese café que nos trajimos (en mi cabeza suena: «is this love is this love that I’m feeling?»)
Sin saber muy bien cómo, tras pasar el Puente Vecchio, llegamos a la Plaza de Michelangelo.Casi nos damos la vuelta al ver las escaleras que nos esperaban pero… las vistas merecieron la pena.
Sí, las dos lo pensábamos: «si estuviéramos aquí con nuestro Romeo…» Pues ya digo yo que no hubiera sido igual de especial, hemos disfrutado tantísimo de Italia… Contábamos con las indicaciones de una experta en Florencia y finalizamos la noche en Osteria Antica Mescita San Niccolo, donde no dejamos 1000€ de propina porque no los teníamos. Nada más llegar nos hacen esperar en una mesita para 2 en la que nos sirven vino Chianti y queso, pasó más tiempo de lo normal y de ser por nosotras habríamos cenado ya gratis, pero nos esperaba la mejor búfala (^^) de Italia y otro plato de carne riquísima cuyo nombre el vino y el cansancio borraron. Tras tantos días sin dormir a mí se me quedaban ya los ojos en blanco y tenía conversaciones casi en sueños con mi querida M de Estocolmo, quizá por eso parte del viaje parecía ya un sueño en sí.
¡TAXI!
Día 2 en Florencia
Convencidas de que nos levantaríamos temprano y veríamos Uffici… víctimas del sueño sólo nos dió tiempo a comprar vino y queso necesario para la supervivencia en Estocolmo y agua para la siguiente ruta.
Primera parada: los gnochis. Muy a nuestro pesar dejamos la mitad del plato pero sin duda fueron los mejores que hemos probado. Después: tiendas vintage, mercadillos, Il Duomo, agua gassosa… ^^ Incluso elegí mi futura alianza en el Puente Vecchio, sólo por tener una excusa para volver xD
Como lo gastronómico no nos interesa nada fuimos a comer la Fiorentina a Ostería Santo Spirito. El precio nos asustó un poco pero en estos momentos siempre rige el pensamiento «es una vez en la vida«. Cerramos el restaurante y no, no por quedarnos a fregar platos, si no porque no dejaban de invitarnos a botellas de vino… Esto no es precisamente lo que pasa en una noche en Estocolmo, así que nos vimos en la obligación de ir «a tomar algo»: yo, con la mochila de Pocholo, y mi amiga con el equipo réflex.
Fuimos a la zona que nos aconsejaron los camareros pero no nos convenció nada. Hicimos caso a lo que hasta ahora nos había estado funcionando bastante bien, a nuestro flow. Todas las vacaciones repitiendo «Go with the flow» y nos encontramos a una pareja que nos dice que van al «FLOW» :O Cerramos el Flow.
Sacamos la hoja de sugerencias de una experta de Florencia que en letras grandes decía «Si tenéis una noche LOCA, pero LOCA LOCA ir a «Montecarla» y también nos asustamos…
Sólo digo que las paredes de Montecarla eran de leopardo… No apto para gente normal.
Día 3 en Siena. Cómo aprender a viajar en un tren de Italia sin morir en el intento.
Tras la noche loca, haz la maleta si ves que puedes y monta en un tren con aire acondicionado a -10 destino Siena. Siena en 3 horas da para Il Duomo (la catedral más impresionante que he visto), comprar especias y pastas de diferentes colores y formas (no, esa no la compramos) y para un helado corriendo de vuelta al tren.
Hubo un punto de inflexión en mi voz gracias al aire de este preciado tren.
Día 4 y 5 en Viareggio. Huye de aquí mientras puedas.
Viareggio es el Benidorm italiano. Lo importante de Viareggio es que fue la tierra de encuentro con el resto de spaniards, con mi BYP.
Buen royito. Relajación. Masajes. Playas de pago y de libertad. Aperitivos. Bicis y playa a lo verano azul.
Un viaje no es de verdad hasta que 1, vas a la farmacia a por pastillas para la garganta y 2, te roban algo (una de las bicis).
Gracias a un amigo pudimos huir de Viareggio y ver la verdadera esencia de la Toscana. Esencia que se vio culminada cuando nos llevaron a cenar una sepia magnífica en el puerto (vivir en Estocolmo también nos ha hecho valorar más la gastronomía).
Día 6 en Cinque Terre
Aquí las imágenes bastan para contar lo especial que fue este día para nosotras. Corneglia sin duda la mejor, incluidas las escaleras.
Y por supuesto, truffe y fritos para cenar con unas vistas preciosas. «Si estuviera aquí mi Romeo…» Qué le vamos a hacer es inevitable pensarlo. Somos culturas tan similares que volver a Suecia para mí ha sido como volver a Marte.
Lo superaré.
P.D. ¡Gracias cuquis por hacer este viaje tan especial!
XOXO